ANA ADELINA TOVAR GRILLO - LA COMISARIA "PERSONAJES POPULARES" (Por: Jose Javier Duran Romero)

ANA ADELINA TOVAR GRILLO

"LA COMISARIA "

JOSE JAVIER DURAN ROMERO (2014)

Definitivamente los personajes Populares, juegan un Rol fundamental en el desarrollo Cultural y Social de un espacio geográfico definido. Ya que impulsan con sus experiencias, saberes, conocimientos y vivencias; gran parte del avance colectivo de esa comunidad, dejando importantes aportes en su contexto geo-histórico. Que son y serán referencia a nuestras nuevas generaciones.

En esta oportunidad, tengo el más profundo orgullo de presentar esta biografía, de una persona a la cual respeto y quiero mucho, que fue y será siempre una fuente de conocimientos para mí:

Ana Tovar, nacida en el año de 1947 en el asentamiento campesino de Buen Paso, un 16 de diciembre. Asistida en su alumbramiento por su tía Feliciana Tovar, la partera del sector en esos tiempos. Hija de Eusevia Grillo de Tovar, oriunda del sector Galindo del mismo asentamiento, de oficios del hogar; y de Nicanor Tovar, también vecino del sector Buen Paso, de profesión agricultor.

Desde su nacimiento y hasta los ocho años aproximadamente, los vivió en el conuco de Nicanor en el sector Galindo, donde moraba en una humilde casa de Bahareque, en compañía de sus padres y sus 13 hermanos: Cecilio, Cesar, Héctor, Nicanor, Armando, Isaac, Nelson, Rodrigo; y por el lado femenino: Belén, Aura, Irma, Francelina y Daisy.

Su niñez la disfruto a plenitud entre el aprendizaje que le inculco su madre sobre los oficios del hogar junto a sus hermanas y los divertidos baños en el Río Tuy, que estaba muy cerca de la casa donde vivían; los cuales eran muy frecuentes, pero siempre bajo la atenta vigilancia de su madre.

A la edad de 8 años, se muda con su madrina Hilda Blanco a La Victoria, muy cerca del estadio municipal; para comenzar sus estudios de primaria en la escuela Ruben Dario, por los años de 1956. Con la tutela de su madrina avanza en sus estudios unos tres años.

Luego su madre se muda a San Mateo con sus hermanos, donde vivieron por poco tiempo, para posteriormente mudarse también a La Victoria, a una casa muy cerca de su comadre Hilda en el centro de la ciudad. Ana vuelve a vivir con su madre para culminar la primaria en la misma escuela.

Unos años más tarde, comienza a estudiar contabilidad y mecanografía en la academia Soledad Tovar, por la calle Andrés Bello muy cerca de la plaza Campo Elías. Aunque este instituto quedaba cerca de su residencia, su padre siempre la acompañaba y la esperaba sentado en la plaza hasta que Ana salía de clases.

Aunque vivieron un buen tiempo en La Victoria por razones de estudios, nunca dejaron el vínculo con sus familiares en el sector El Conde y el conuco de su padre. Con frecuencia, en especial los fines de semana y días festivos; viajaban a El Conde y Buen Paso.

Pasaron más años, un día en una fiesta en La Victoria, conoce y se enamora de Juan David Vielma Capote, quien en el año de 1967, contrae nupcias con ella; acto de matrimonial celebrado en la iglesia Las Carmelitas. Mudándose junto a su esposo a un nuevo hogar en el sector Las Mercedes de La Victoria, De esta unión de matrimonio nacen tres de sus hijas: Yeny Yaritza, Yetsi Yelitza y Yilse Yadira Vielma Tovar.

   Luego de varios años se divorcia de su esposo, y otro tiempo después, mantiene otra relación con Roberto Millán, donde nace la niña: Anny Robersy Millan Tovar. Aproximadamente, luego de que la pequeña niña Anny tenía dos años, se separa de su segunda relación; y decide irse a vivir de nuevo al sector El Conde, su tierra Natal, por los años de 1987.

   Allá la reciben sus familiares, y una pariente de Ana, la señora Feliciana Tovar, la acogió en su casa por un tiempo; luego le regalo un pequeño lote de terreno, para que hiciera su casa y viviera con sus hijas. Con la condición de que su segundo esposo no viviera con ella, ni la molestara más.

   Ana cuenta que Feliciana le decía que: -“si se presentara por allá el hombre ese, lo corría a punta de machete…”.   Aunque su segundo ex esposo no vivió más con ella, ni podía portar por allá, debido a la advertencia de Feliciana; la ayudo a construir su pequeña casa.

Estando ya residenciados en El Conde, comienza a trabajar haciendo suplencias como maestra en la misma escuela rural del sector. Viendo Ana, la poca asistencia de alumnos a la institución educativa y la poca motivación hacia los alumnos para la inserción escolar, decide incursionar en las Bellas Artes e impulsar desde la escuela un grupo de danzas con algunos estudiantes.

Un buen día, realizo una pequeña reunión cerca de la iglesia del sector, con la participación de algunos representantes, alumnos y otras personas de la comunidad, para dar información sobre las danzas; y de cuál sería el nombre que llevaría la misma. Hubo varias propuestas: Danzas Antonio Tovar (el fundador del baile de la Burra del sector), Feliciana Tovar, y hasta su mismo el mismo nombre de Ana propusieron por ser la fundadora y creadora de las danzas.

Ana no quiso que fuera su nombre ya que habían personas más relevantes en la comunidad, entonces hubo la propuesta de parte de Ana, que el nombre podría ser: “Danzas El Conde”, donde estarían involucrados todos los personajes populares del asentamiento campesino El Conde y sectores vecinos. Luego de alguna deliberación por parte de los presentes, se decidió de forma unánime, darle el nombre oficial de: “Danzas El Conde”.

Con la misma inquietud, fue buscando Ana a los niños y niñas para las danzas, y con el aporte de algunos vecinos y familiares, los cuales colaboraron aportando: faldas, pantalones, camisas nuevas y usadas; para que la misma Ana las reparara y así usarlos como vestimenta para los bailarines y bailarinas. Para los zapatos, sombreros, moños y cintas; se realizaron rifas y vendimias con el aporte de la misma comunidad.

Los vecinos aunque muy humildes, siempre estuvieron pendientes para prestarle apoyo y colaboración, a esta noble y cultural labor de Ana; ganándose así, a lo largo de los años el respeto de todos y todas….

Ana fue participando en todas las actividades escolares y actividades de la comunidad con sus danzas, además, incursionando también en el trabajo social y la participación comunal, para las mejoras de su comunidad y sectores vecinos.

Un día se presentó al asentamiento el señor Manuel Angulo (personaje popular), quien fungía para ese entonces como prefecto de la Junta Municipal de El Consejo; para ese entonces formaba parte del antiguo distrito Ricaurte.

El señor Manuel también realizo una reunión masiva con la comunidad, cerca de la iglesia (punto estratégico para las reuniones del sector); para informar de algunas mejoras que se iban a realizar en el asentamiento, y que se tenía que nombrar en esa misma reunión un “Comisario”, que fuera el enlace entre la comunidad y la Junta Municipal, además, de que esa persona o Comisario, tendría la responsabilidad de impartir el orden y hacer cumplir la ley en el asentamiento y sectores vecinos.

Se presentaron varias propuestas de nombres acerca para el cargo de Comisario, entre ellas la de Ana Tovar; algo muy raro para esos tiempos, que una mujer asumiera esa responsabilidad, aunque no imposible. Sin embargo, se presentó la votación para la elección del cargo en cuestión, los asistentes, votaron casi de forma unánime y contundente por Ana Tovar; debido a la loable labor social y cultural de Ana en todo el sector, además, del profundo respeto que infundía Ana en la comunidad: - “Mujer alta, bella, elegante, de actitud pasiva al hablar, pero de condición fuerte, firme y clara, al actuar y tomar decisiones”.

Por varios años llevo Ana el cargo de “Comisaria, del asentamiento campesino El Conde y sectores vecinos”, cumpliendo a cabalidad su responsabilidad delegada en ella referente al cargo: vigilante, colaboradora, organizadora, imponiendo justicia y haciendo cumplir las leyes entre los vecinos. Al momento de algún conflicto o problema entre vecinos, inmediatamente actuaba ella como Juez de Paz, para tratar en lo posible de solucionar la situación de buena manera y de mutuo acuerdo entre las partes; de no poder llegar a un acuerdo razonable, bueno, los remitía al Junta Municipal o a los tribunales del pueblo, si así lo ameritara el caso.

   Luego de dejar la responsabilidad Ana de Comisaria, continuo con el normal desarrollo de sus labores como madre y de su actividad cultural con las danzas, cuestiones que nunca abandono durante su cargo de comisaria.

   En el gobierno del alcalde Juan Pablo Perdomo, ingresa a trabajar en la Alcaldía de Revenga en el año de 2004 aproximadamente, con el cargo de promotora social y cultural en el Instituto Autónomo de Cultura (I.A.M.C.R.E.). Así, como enlace social con las comunidades de El Conde y sectores vecinos.

   Desde esta trinchera social y cultural reimpulso la actividad de “Las Piñatas de Tapara y el Bautizo de Las Muñecas de Trapo”, del sector San Francisco, en compañía de los vecinos y líderes de esa comunidad. Manifestación que había por varias décadas perdido auge en el sector (pero de esto les hablare en otra historia).

Estuvo trabajando fuertemente en la alcaldía de Revenga por varios años, aproximadamente hasta el año 2011; donde los cultores organizados y el ( I.A.M.C.R.E.), bajo la dirección en ese momento de mi persona (José Javier Durán R.). Se logra conseguirle su merecida pensión, por medio del Ministerio del Poder Popular para La Cultura y el Gobierno Bolivariano, por ser activista cultural y aporte social al municipio. Luego de esto siguió trabajando un tiempo más en la alcaldía hasta que se retira.

En estos últimos años, se encuentra ya retirada por completo de la actividad Social y Cultural, descansando en su humilde casa en El Conde, compartiendo con su familia, a veces atendiendo a sus nietos y recordando viejos tiempos. Donde con su gran esfuerzo y perseverancia ha logrado levantar a su familia y seguir teniendo de parte de la comunidad, el más estimado respeto y cariño; y llevar el orgullo de haber tenido y atendido aunque fuese mujer, el titulo bien merecido de “La Comisaria”….

Con el más profundo Amor, hacia una luchadora social, la cual tuve el placer de trabajar con ella y aprender grandes y valiosas cosas, de su paciente experiencia Comunal y Cultural…

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