LA MUERTE DEL "CAPITÁN JUAN RODRÍGUEZ SUÁREZ" POR "TEREPAIMA", "GUAICAIPURO" Y SUS GUERREROS - "HISTORIA LOCAL" (Por: José Javier Durán Romero)

LA MUERTE DEL CAPITÁN JUAN RODRIGUEZ SUAREZ, POR TEREPAIMA, GUAICAIPURO Y SUS GUERREROS.

JOSE JAVIER DURAN ROMERO 2015.

Cuando realice la recopilación de las luchas aborígenes del “ Cacique Terepaima en tierras consejeñas”; trate en lo posible de incluir todas las batallas o luchas de la etnias Arbacos, confederadas con los Meregotos y Kirikires. Que tuvieron pertinencia o fueron realizadas en lo que siglos mas tardes, quedaron como los territorios del pueblo de “Nuestra Señora del Buen Consejo de El Mamón”.

Pero continuando con las investigaciones de crónicas de indias, específicamente la de “José Oviedo y Baños y Nectario María”, encontré otras manifestaciones bélicas aborígenes que no las recopile en trabajos pasados, pensando que estaban fuera de los ahora territorios de El Consejo.

En el texto de Oviedo y Baños en su capitulo VI, hay una que lleva como titulo: ...Sale Juan Rodríguez de la villa de San Francisco para oponerse al tirano y muere peleando con los indios”. La ubique en el mapa, en el sitio exacto donde se realizo la manifestación de lucha entre los aborígenes y los españoles; y me percate, que también esta dentro de las antiguas poligonales del pueblo de El Consejo, que fueron definidas en tiempos de su fundación colonial siglos después, a finales del XVIII.

Después de la fundación colonial de Valle de San Francisco 1561 por Francisco Fajardo, en tierras que unos años mas tarde fundara el Capitán Diego de Lozada como Santiago de León de Caracas. También, luego que el cacique Guaicaipuro confederado con Terepaima y sus guerreros, acabara con todos los españoles que tomaron posesión de las minas de oro de Los Teques, las cuales también fueron descubiertas por Fajardo.

Sale Rodríguez Suárez de la que para esa época (mediados XVI), era la nueva población de San Francisco, empeñado en su venganza contra Guaicaipuro y Terepaima, como lo describe Oviedo y Baños: - ”... Solo con seis compañeros de quienes tenia confianza su presencia, bien prevenidos de armas e industriados de la forma con que se habían de gobernar para lograr el intento. No se le oculto este viaje a Guaicaipuro, que observando siempre los pasos de sus enemigos por medio de sus espías, se hallaba noticioso de todos sus movimientos, ... convoco al cacique Terepaima, para que saliendo le al encuentro con las tropas de sus Arbacos, al pasar por la loma de su nombre tuviera él lugar (siguiéndole las huellas) de acometerle por las espaldas Guaicaipuro con sus Teques...”.

Terepaima tenía estrecha relación de amistad con Francisco Fajardo, pero lo que no era lo mismo con Rodríguez Suárez, aparte de que él sabia que el español se la tenía jurada por lo que había hecho en las minas de oro.

Como dijimos, salió Rodríguez Suárez de la villa San Francisco y logra llegar hasta el “río San Pedro” y allí establece un pequeño campamento para pasar la noche. Al día siguiente, continua su marcha y al tramontar la montaña “Las Lagunetas”, nos sigue contando Oviedo y Baños: -”...hallo toda la loma coronada de escuadrones y penachos, con que tenia ocupada Terepaima para embarazarle el paso a Rodríguez Suarez, a tiempo que Guaicaipuro, siguiéndole desde el río San Pedro, le tenia ya cogidas las espaldas, y viéndose acometer por todas partes de multitud tan numerosa de enemigos, reconociendo en sus compañeros la resolución de vencer o morir, rompió por las escuadras contrarias.

... pero los indios eran muchos y repetían sin cesar el continuo disparo de sus flechas, ... le fuese preciso retirarse al abrigo de un peñón que estaba en el camino, ... hasta que les dio tregua la noche. Pero como los bárbaros juzgaban ya asegurado el vencimiento, porque no se escaparan los españoles, favorecidos por la oscuridad, cercaron todo el peñón de candelas, y con gritos, tambores y fotutos los estuvieron velando, obligándolos con cuidado a que pasaran en pie toda la noche, sin atreverse a recostar un rato, para dar algún descanso a aquellos cuerpos rendidos.

... llegada la mañana, remontaron los indios su porfía, contentándose con mantener el sitio vigilado desde lejos. Para que los siete españoles pudieran tomar algún aliento en su fatiga, hasta que entrada la tarde montó Juan Rodríguez a caballo y dejando el peñón, salió con otros dos a ver si podía lograr suerte de quitar la vida a Guaicaipuro, ... si el ver el caballo desangrado por diferentes heridas, a tiempo que Terepaima cogiendo la ladera le iba a cerrar el paso con sus tropas.

... buscando el abrigo en el peñon, que era el lugar en que por entonces aseguraban la vida; ... con el silencio de la noche, uno de los siete, se arriesgase a pasar a Valencia a dar aviso del aprieto en que se hallaban; ... nombrado pues, por voto de sus compañeros para que hiciera el viaje a Valencia, a Alonzo Fajardo.

... favorecido de la oscuridad, salió del peñón sin ser sentido, ... se embosco al ir amaneciendo en un montecillo, que estaba al lado de una loma; pero anduvo tan desgraciado, que sin él lo reparase se había venido tras él un perro que había criado, cuya lealtad fue entonces causa de su desventura, porque labrando al pasar unos indios por allí manifestó con sus latidos el retiro donde se ocultaba el dueño, para que buscándolo los bárbaros, le quitaran la vida.

...Juan Rodríguez y los cinco compañeros, ... desampararon el peñón al desnudar el alba, para seguir su viaje, ... fatigados con sed y debilitados de la hambre por haber dos días que no comían, y así, desmayando los cinco poco a poco, atravesados por mil partes a flechazos, fueron rindiendo la vida uno del otro en el teatro infeliz de aquella loma, quedando solo Juan Rodríguez.

... pero él, para su enojo, o haciendo punto de no quedar con vida donde la habían perdido sus amigos, ... buscando nueva ocasión para desahogar con la muerte de sus contrarios los ardores que le inflamaban el pecho, pero no pudiéndose mantener mas tiempo en el caballo, por la gran debilidad que padecía, ... quedo muerto.

... lo despojaron del vestido, y dividido su cuerpo en pedazos, lo repartieron entre todos, llevando cada cual su parte, por señal o trofeo de la victoria...”.

Así termino la vida de Juan Rodríguez Suárez y sus seis compañeros, a manos de Terepaima, Guaicaipuro y sus guerreros Arbacos y Teques. En el sector de “Las Lagunetas” en la propia loma Terepaima (que unos años mas tarde le cambiarían el nombre a fila de Márquez, por la muerte del español con ese nombre que venia en el Capitán Diego de Lozada 1567), lugar que dos siglos después fueran los limites de Nuestra señora del Buen Consejo en su fundación Colonial).

Evidenciando con esto, otra lucha, batalla y victoria, de nuestros aborígenes en tierras consejeñas...

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